Baryta carbónica

Este remedio se prescribe sobre todo a los niños pequeños con retraso del desarrollo y sensibilidad excesiva al frío. También le conviene a las personas ancianas con ciertos trastornos vasculares. En general, Baryta carbónica ie conviene a los individuos que tienden a buscar la protección de los demás.
Nombre común:
Carbonato de bario.
Origen:
Este carbonato se obtiene precipitando cloruro o nitrato de bario con una solución alcalina de carbonato.
Usos habituales:
Baryta carbónica sirve para tratar algunas infecciones repetidas de las amígdalas con inflamación intensa de los ganglios,
¿Quién puede usar este remedio?
Personalidad y comportamiento

En periodo de desequilibrio, la persona se muestra lenta y sufre trastornos de memoria, concentración y aprendizaje. Es indecisa y tímida; a veces se porta como un niño y le da demasiada importancia a las naderías. Desconfiada fácilmente se imagina que las personas
la critican. A veces está triste y puede ponerse melancólica cuando se aleja de su hogar.
Trastornos generales
Sensibilidad al frío; faringoamigdalitis membranosa frecuente, a veces con rigidez del cuello y diarrea. Fatiga intensa en las personas ancianas. Retardo del crecimiento en los niños.
Variación de los síntomas
• Factores de agravación: el frío, la humedad, la compañía 
• Factores de mejoría: el calor y los ambientes cálidos, caminar al aire libre.
Trastornos locales
• Cabeza. Tensión en las sienes y la frente. Calvicie prematura 
• Cara. Palidez. Cara fría
• Ojos. Dificultad para tolerar la luz . Predisposición a las cataratas. Párpados granulosos y pegados, con nodulos (chalaciones).
• Oídos. Predisposición a la otitis. Crujidos y zumbidos de oídos, Gran sensibilidad al ruido.
• Nariz. Resfriado con hinchazón de la nariz y del labio superior.
• Boca. En las personas ancianas, lengua entumecida que altera la dicción.
• Garganta. Dolores ardientes o punzantes al deglutir a la altura de las amígdalas, la faringe y la
laringe. Faringoamigdalitis repetidas. Afonía frecuente. En el niño, hinchazón dolorosa de las
amígdalas y de los ganglios cervicales.
• Aparato respiratorio. Tos seca, espasmódica y sofocante. Bronquitis crónica
• Corazón y circulación. Fragilidad arterial.
• Abdomen. Abdomen distendido y duro.
• Estómago. Tiene hambre pero se niega a comer porque eso le provoca espasmos del esófago y dolor abdominal (la persona sólo puede deglutir líquidos).
• Intestino. Dolor cortante.
• Aparato genital masculino. Aumento de volumen de la próstata
• Piel. Verrugas, acné, masas (lipomas, quistes). Las heridas pequeñas se ulceran rápidamente

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