Eccema

Este término se formó a partir de un verbo griego que significa literalmente "salir a borbotones", lo que refleja bien el aspecto de la enfermedad: en una primera etapa, aparecen vesículas rotas por las que mana la serosidad como de una regadera de jardín. En una segunda etapa, la serosidad se seca y deja pequeñas escamas.
Tratamiento homeopático
Se basa primero en recomendaciones de higiene de la piel, dirigidas a restablecer la resistencia a las agresiones: hay que lavarla a conciencia pero con suavidad; no debe prohibirse al paciente que se rasque, lo que a menudo le produce alivio, sino asegurarse de que tenga las manos limpias y ¡as uñas cortas, y usar un tratamiento local adaptado, para evitar una sobreinfección y favorecer la cicatrización.
Además, el tratamiento incluye por supuesto la administración del remedio homeopático adecuado.
Esto permitirá atenuar la predisposición del paciente a la alergia en lugar de combatir el eccema en sí. De este modo, no sólo se evita la recaída de! eccema, sino también se evita que la reacción alérgica se manifieste en un lugar diferente a la piel donde no encuentre obstáculo (por ejemplo, en forma de una crisis de asma).
Pueden indicarse remedios tan diversos como Calcárea sulphurica, Crotón tiglium, Mezereum  o Petroleum.

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