Vértigo

El vértigo es una sensación subjetiva de rotación o movimiento del cuerpo en relación con
los objetos circundantes o viceversa. El vértigo puede ocurrir ya sea por una lesión del oído
interno, del nervio vestibular (una de las ramas del nervio auditivo, que tiene la función de la
audición y del equilibrio) o de los centros cerebrales que regulan el funcionamiento del vestíbulo.
Hay diversas causas. El vértigo puede ser parte de la enfermedad de Meniére (una
afección del oído interno), en la cual se asocia con sordera y zumbido del oído. También puede
deberse a movimientos bruscos de la cabeza (el llamado vértigo posicional paroxístico
benigno) o derivar de intoxicación por ciertos medicamentos, de un traumatismo craneal, de
un accidente vascular cerebral, etc. Es indispensable una consulta médica para precisar su
origen.

Tratamiento clásico


Se dirige básicamente a la enfermedad causante de la aparición del vértigo, siempre que
sea posible: suspender el empleo de un medicamento que ha causado intoxicación, extirpar
quirúrgicamente un tumor, etc. Durante la fase aguda de la crisis pueden prescribirse algunos
medicamentos, como antivertiginosos y ansiolíticos.

Tratamiento homeopático


Una vez descartada la posibilidad de un tumor, cuyo único tratamiento es quirúrgico, la homeopatía puede proponer diversos remedios de fondo para curar el vértigo. Entre los remedios prescritos con mayor frecuencia pueden mencionarse Cocculus indicus (vértigo con sensación de embriaguez, náusea y palpitaciones, agravados por los movimientos del entorno),
Conium maculatum (vértigo al estar acostado, al darse vuelta en la cama, al volver la cabeza o mover los ojos) o bien Bryonia alba (vértigo con náusea, agravado por el menor movimiento, que aparece por la mañana, en una persona que necesita calma, que se aisla, irritable y ansiosa).

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